El color, por su cualidad, es considerado dentro del diseño de interiores como el elemento más destacado pues es la pieza clave para la funcionalidad de dicha disciplina, ya que su correcta aplicación permite crear la atmósfera y el ambiente deseados en cada habitación. La funcionalidad del color radica en su permisividad para visualizar las características tridimensionales del espacio, el manejo de las sensaciones que se pretenden generar, su integración al espacio y en el impacto visual que éste tendrá sobre el espectador.
El color es importante dentro del diseño y la decoración de interiores, no sólo por su aporte estético, sino también por la influencia que éste ejerce sobre los seres humanos. Y es que el color al ser energía electromagnética, es capaz de hacernos atravesar por diferentes estados de ánimo: de la incomodidad a la comodidad, del cansancio al descanso, del estrés a la relajación, de la depresión a la motivación, de la felicidad a la tristeza, etcétera. Vivimos constantemente bajo su influencia, ya que el color actúa activamente en nuestro cerebro, haciéndonos sentir determinadas sensaciones; incluso hasta con los ojos cerrados. Esto último se debe a que el color no sólo nos afecta a nivel psicológico, sino también a nivel fisiológico. De hecho, varias experiencias científicas han demostrado el efecto que tienen los colores en las personas invidentes.
Esta influencia constante que tiene el color en nuestra mente, la comparten otros elementos del diseño que también tienen colores. Los muebles, los tejidos, los cuadros, las velas y los demás accesorios decorativos generan en nosotros efectos placenteros; ademas el color lo hace de forma permanente. Su influencia permanente en nuestra mente, es precisamente el factor clave de la importancia del color en el diseño y la decoración de interiores.
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